viernes, 30 de diciembre de 2011

Luces y sombras

Los segundos mueren como lo hicieron ayer, impasibles a la tristeza que inunda sus ojos. Todo a su alrededor es ajeno a su cuerpo y mente, pues aunque su vida esté estancada, el resto del mundo continúa caminando.

Hoy no puede ver la luz del día; tampoco fue capaz ayer. Todo parece indicar que mañana, los rayos del sol no traspasarán las rendijas de su ventana.

Hace tiempo que sus despertares ya no están acompañados de amaneceres. Su alma intranquila no concilia el sueño, envuelta en una ausencia de paz que congela su continente, creando un iceberg en su interior.

Busca sin cesar una salida, pero no encuentra el modo de acordar una tregua que le lleve a contemplar la luz blanca y pura que se encuentra tras esa infranqueable ausencia de color.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Afluente de ti...

La ternura continúa emanando intacta de tus manos como la primera vez que acariciaste mi rostro recién nacido.
Es tu bondad aquella con la que me tropiezo en cada uno de nuestros encuentros… Y la que te define ante todo aquel que se ha cruzado alguna vez en tu camino.
La vida se refleja en las arrugas que adornan tu rostro...y es tu mirada limpia la que deja entrever tu alma pura y sin malicias.
Te quiero. Como no podría ser de otro modo, pues un vínculo inquebrantable nos une ya para la eternidad...
Los prejuicios no forman parte de tu ser. Y tus silencios, tus sonrisas cómplices y tus sabias palabras, forman espejos donde siempre quiero verme reflejada.


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Observas pasar a tus días lentamente desde el sillón de tu acogedora habitación, testigo tantas veces de mis juegos de niña…Y pareces esperar el momento de partir con tu dios y de volver a sentir el calor del hombre con el que engendraste a la hija que me dio vida.
Y yo te miro con esa ternura heredada de tu vientre, y deseo no dejarte partir nunca... Y en ese espacio de tiempo, no puedo evitar sentirme orgullosa de que mi sangre sea un afluente de tu río…

martes, 29 de noviembre de 2011

Infinita plenitud

Es tan fácil perderse en los caminos que se abren con el inicio de una nueva vida...
Hay mochilas cargadas de pasado que se resisten a abandonar las espaldas agotadas por el tiempo.
Innumerables piedras en esas vías con las que inevitablemente tropezamos, pero que siempre son capaces de dejarnos seguir con nuestros pasos.
La vida asoma su cabeza bajo la temerosa apariencia de un reto, o de varios, difusos, acechantes, que esperan ser afrontados.
A nuestro alrededor vuelan almas rotas con eternos lamentos de oscuridad que disfrazan su cobardía ante la vida; almas que hace tiempo olvidaron que todo podría ser más sencillo si se limitaran a afrontar el reto de vivir la vida en toda su plenitud.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Sentimientos encontrados

En la vida, en demasiadas ocasiones, tendemos a centrar todo nuestro pensamiento en aspectos negativos. A concentrar todas nuestras fuerzas en resolver aquellos conflictos que muchas veces, más que solucionarlos, lo que hacemos es volver y volver a ellos en forma de espiral, sin posibilidad de salir de ellos y afrontarlos de frente y con firmeza.

En esta época de pesimismo, la tristeza y los pensamientos negativos parecen estar instalados en cada uno de los lugares que frecuentamos, parecen inundar el aura de aquellas personas con las que coincidimos…están presentes en nosotros mismos como una especie de piel de la que se hace complicado desprenderse sin sufrir heridas irreparables.

Esta noche, con la luna ya mirándonos desde su posición privilegiada en el universo,  he aprendido lo necesario que es quererse uno mismo. Esta noche, con el cielo todavía sin iluminar por estrellas impasibles a nuestros sentimientos, he sido consciente de lo esencial que resulta aceptarnos tal y cómo somos, con nuestros miedos, inseguridades, con esos vacíos que creemos imposibles de llenar, pero que, sin duda, en cualquier instante de nuestra vida, y con el acontecimiento más insignificante, pueden quedar cubiertos sin apenas ser conscientes de ello.

Vitalidad. Calma. Armonía entre mi cuerpo y mi mente. Estados que apenas conocía han fluido de mi ser, transportándome a una esfera en la que tan sólo existía yo misma. Recuerdos que creía olvidados me han hecho volver a sumergirme en épocas donde la felicidad consistía en simples sonrisas, juegos o cálidos y reconfortantes abrazos... 

El día termina para mí con tres regalos: una canción descubierta que me anima a hacer lo que quiero hacer esta vez, un aprendizaje vital que me lleva a apreciar a las personas en su plenitud, sin límites preimpuestos, y unos instantes en los que, simplemente con cerrar los ojos, he sido feliz.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Propósitos Vitales


Própositos. Sin duda, la vida está llena de metas, de situaciones imaginarias por las que cada mañana, cada uno de nosotros, pone el pie, derecho o izquierdo (para los no supersticiosos), en el suelo y comienza a caminar. Y es que sin esos sueños que nos proponemos, se haría todavía más complicado enfrentarnos, día tras día, al reto de vivir la vida.

Septiembre es uno de esos meses fijado en nuestro calendario vital para emprender cambios. Y es que esos días previos de sol, cuando de verdad tenemos tiempo para encontrarnos con nosotros mismos y descubrir sensaciones,  y experimentar nuevas situaciones, nos empujan y también nos invitan a plantearnos una vida diferente. O por lo menos, con ápices distintos. 

El verano es esa época en la que conocemos a personas que nos descubren mundos nuevos. O nos adentramos en ellos en libros, películas o en cualquier otro soporte creado para transportarnos a otra esfera durante un periodo limitado de tiempo. Son días propicios, quizá porque nos sobra tiempo, para reflexionar sobre aquello que queremos mejorar el resto del año.

Para muchos es éste el mejor momento para aprender idiomas, o retomar alguno casi olvidado. Puede que,  para otros, septiembre sea el elegido para ponerse en forma, apuntarse a un gimnasio o para concienciarse y seguir, a rajatabla y sin caer en dulces tentaciones, una dieta estricta. Tal vez el cambio propuesto se materialice en el trabajo, o un plano todavía más personal, desatando cadenas que te amarran a una vida no deseada.

Sea cual sea el propósito, lo esencial es crear una estrategia para llegar a él, sin temores, con la seguridad de poder conseguirlo. Porque si sientes que en la vida no estás siendo quién de verdad quieres ser, éste es el mejor momento para solucionarlo. Debemos afrontar el futuro sin miedos, sin temor a los cambios, pues en ellos puede que radique el principal objetivo del ser humano; aquél que debería ser el punto final de todos esos propósitos: LA FELICIDAD.

Porque la vida, sin sueños, y sin la incansable lucha por conseguir hacerlos realidad, pierde parte de su sentido.

jueves, 19 de mayo de 2011

Primer paso para un mundo mejor: ¡Indignaos!

Democracia agotada. Política caducada. Ciudadanos apáticos, descontentos, indignados. Por fin, la indignación, parece haber despertado para convertirse en una especie de cometa que jóvenes y adultos se pasan de mano en mano haciendo volar distintas voces, diversas opiniones, sentimientos enclaustrados durante mucho tiempo, reivindicando la liberación de las cadenas que los sujetaban.

Lemas sugerentes ambientan las zonas donde los “rebeldes” se hacen oír, transmitiendo mensajes variopintos, reflejo de situaciones que, desde hace mucho, se escuchaban en “petit comité”, en esas conversaciones con familiares, amigos, conocidos o incluso con aquellos con los que tenemos encuentros casuales y quizás ya no volvamos a coincidir.  “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”, leemos en carteles reivindicativos en alusión a la omnipotencia de estos actores sociales. “No hay pan para tanto chorizo”, es otra de estas críticas directas, hirientes, dirigidas a remover aquellas conciencias que parecen imposibles de poder ser concienciadas al estar corrompidas por la avaricia, por ese querer poseer a costa de todo.

Muchos han seguido el consejo de Stéphane Hessel. Apenas unas hojas han bastado para transmitir ese sentimiento de revolución que podría haber estallado antes, o después, o nunca. Pero ha sido ahora, quizás sea éste el momento idóneo, eclipsando las campañas políticas que dicen más de lo mismo, con distinto color o rostro, pero siendo, en definitiva, mensajes que se esfuman tras ser emitidos. El ciudadano ya no cree en esas voces que prometen y prometen, para más tarde acabar cometiendo los mismos errores que se empeñan en criticar.

Se dice que este movimiento es confuso. Y quizás las reivindicaciones no sean del todo claras, debido precisamente a esa heterogeneidad que reina entre los manifestantes: mujeres, hombres, estudiantes, desempleados, jubilados…  que denuncian públicamente problemas sufridos en primera persona, coincidentes en ocasiones y en otras no. Pero  es aplausible que la sociedad despierte, que deje de lado esa pasividad que no nos permite cuestionar cómo se hacen las cosas, que nos atrapa en una espiral de silencio donde, cabizbajos, nos resignamos a acoger todo lo que, desde lo alto del poder, nos imponen, sin preguntar nada, sin responder a sus osadías.

Un cambio en la sociedad es necesario, pero para que ocurra primero debemos cambiar nuestras mentes, y la actitud con que nos enfrentamos a la vida. Necesitamos exigir que los que gobiernen no lo hagan con un fin lucrativo, difícil tarea en la sociedad capitalista en la que vivimos. Que los que asuman el poder lo hagan porque han nacido para conducir a la sociedad hasta ese, tantas veces mencionado estos días previos a las elecciones,  Estado de Bienestar, que se visiona más y más lejos de nosotros con el paso de los días. 

Los votantes somos los que decidimos, los que premiamos y castigamos, los que podemos hacer, con esfuerzo, constancia y firmeza, que el mundo llegue a ser, algún día, ese lugar donde todos queremos vivir dignamente y por el cual se unen las voces del M-15. 



viernes, 1 de abril de 2011

¡Viva el deporte rey!


3.500.000.000  de Euros. Las cifras altas me marean. 3500 millones de Euros, que se dice pronto. Eso mismo es lo que deben los clubes de fútbol de la afamadísima y reconocidísima liga  española BBVA. Y de esos tantos miles de millones, 600 los adeudan a la Seguridad Social.

Aquí pasa algo raro. ¿Dónde se esconden los cobradores del frac de Hacienda? ¿Por qué no los persiguen a ellos, cómo lo hacen con el resto de ciudadanos españoles de clase media- baja?  Pobre de aquel forofo de cualquiera de los muchos equipos deudores que ose dejar de pagar una letra de su casa, de su coche, o de su humilde portátil. Hacienda no será tan benévola con el osado. ¿Cómo era eso de que todos somos iguales ante la ley? Todos los pringados, querrán decir. Y, ¿lo de Hacienda somos todos? Ídem de lo mismo.

Muchos no entendemos porque el Estado pasa por alto esa deuda, como si no existiera. Pero claro, con los tiempos que corren, ¿a qué político  loco se le ocurriría poner el grito en el cielo sobre este peliagudo tema? No enfademos más a los ciudadanos. Nos pueden subir la edad de jubilación, los impuestos, recortar nuestros derechos…pero el fútbol no. El balompié en España es “sagrao”. Que no se lo toquen a nadie, que por su defensa las calles se llenarían de aliados del deporte rey, al estilo libio pero sin armas y sin Gadafi. Porque otra cosa no, pero muchos de los españolitos, y españolitas también, por el fútbol, serían capaces de vender su alma al mismísimo diablo por continuar disfrutando cada domingo (y cada lunes, martes, miércoles, etc, etc, etc.) de su equipo y sus flamantes jugadores. 

Todos quieren ser como ellos: vestir sus ropas, conducir sus coches, meter sus goles. Ay, las estrellitas del fútbol…cómo pasean sus cuerpos perfectos vestidos de Armani mientras la plebe les aclama por una mirada furtiva, una fotografía donde muestren su más “entrañable” sonrisa o por un simple garabato en un papel. 

Definitivamente, sí, todo debe seguir como hasta ahora. Los clubes despilfarrando, el Estado callando y los aficionados embobados.  Y qué le vamos a hacer, si el fútbol es la panacea de muchos de los males del ciudadano amante de este deporte. Eso sí, siempre y cuando su equipo no pierda.




viernes, 18 de marzo de 2011

El botón del reseteo

“Tendríamos que resetear la sociedad y volver a esto”. A vivir entre árboles, animales, a respirar aire puro cada segundo de nuestras vidas, a eso es a lo que se refería mi amigo con esta idea. Pero, ¿dónde encontrar el botón de reinicio? Y lo más importante, ¿de verdad estamos dispuestos y preparados para dejar de lado nuestra vida cargada de comodidades (y algunos lujos) con los que muchos hemos nacido y a las que otros tantos han llegado a base de esfuerzo y  trabajo constante? Piénsalo durante unos segundos. Tómate tu tiempo. Visualiza ahora tu vida en medio de la naturaleza. Cuesta imaginarlo ¿verdad? Hazlo más fácil. Cambiemos el lugar en el que estás por un paraíso perdido entre montañas. Por supuesto suprime de esta imagen el ordenador que manejas ahora. Si estás escuchando música, olvídalo. Nada de sonidos ajenos a la madre naturaleza. Apaga el móvil, para siempre, porque dónde estás ahora la cobertura no existe. Nada de periódicos, televisión, radio, Internet. Las noticias no van a afectar tu día a día. Ahora, más que nunca, sólo eres tú  y tus circunstancias. Olvídate también de los  electrodomésticos o de cualquier otro artilugio relacionado con la civilización que tenga enchufe, o que no lo tenga. Ahora, piénsalo de nuevo, ¿te gustaría de verdad vivir así? 

Admitámoslo, no estamos preparados para resetear la sociedad. Facebook, Twitter, Messenger, Youtube…son hoy en día más conocidos que cualquier ser vivo perdido entre esas montañas. ¿A quién queremos engañar? Un día de campo a la semana no está mal para coger aire y soltar malos humos, pero vivir en medio de la nada… resulta misión casi imposible. ¿O quizá no?

 Puede que algún día, hartos de verdad de esta inaguantable crisis, de esta estúpida situación económica, cansados del politiqueo rácano y vil y de unos valores sociales perdidos hace mucho, puede entonces, digo,  que cualquier inventor, o cualquier ciudadano de a pie,  dé con ese botón de reseteo de esta extraña sociedad. No estaría del todo mal partir de cero. Aunque corremos el peligro de volver a esta situación en cualquier momento, porque ya se sabe,  el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y tres también.

martes, 8 de marzo de 2011

La igualdad es la bandera




Mujer. Más que una bella palabra. Cargada de significado en sí misma. Evocadora de sueños por cumplir y metas que alcanzar. Por mucho que algunos ingratos se empeñen en continuar ninguneando y manipulando el pensamiento del ser femenino; por mucho que todavía queden vestigios de un pasado marcado por el machismo; por mucho que quieran acallar a algunas de nuestras maravillosas mujeres, aquí estamos otras tantas que alzamos la voz por ellas. 

Gritaremos, si es necesario, para dejar sordos a los que proclaman su superioridad. Continuaremos con la cruzada porque el momento de erradicar las desigualdades ha llegado. El primer paso es que cada mujer crea en sí misma. Seamos conscientes de una vez por todas de que somos tan válidas como los hombres. Luchemos por convencer a otras mujeres de que no somos el sexo débil, ni el fuerte, y sobre todo digámosles que no hemos nacido para satisfacer las necesidades del macho dominante. Ya no existe este ser; mucho menos el dominado. Hace tiempo que superamos esos roles malditos que han condenado a la mujer durante tantas décadas. Una condena que la llevó al ostracismo de su libertad.

Homenajeemos con este día a nuestras antepasadas que vivieron bajo el poder de los hombres; también a aquellas que lucharon por un mañana ondeando la bandera de la igualdad. Luchemos porque en los espacios públicos no tengamos que seguir escuchando barbaridades; tampoco en los privados. No nos resignemos a escucharlas, a esperar un mañana mejor que sin nuestras acciones diarias difícilmente llegará. Eduquemos a nuestros pequeños para que respeten, para que crezcan en una sociedad donde los estereotipos desaparezcan, estén dispersos; donde una mujer pueda conducir un camión sin ser un marimacho y un hombre pueda limpiar una escalera sin ser un calzonazos.

 Pensémoslo detenidamente. Hagamos un examen de conciencia. Más de uno descubrirá hasta qué punto puede entorpecer la lucha hacia la igualdad. Porque lamentablemente aún encontramos mujeres más machistas que muchos hombres. Sin embargo, hay esperanza. Porque también es fácil encontrar a hombres que se unan a nuestra reivindicación.

Luchemos todos juntos, hombres y mujeres, porque el 8 de Marzo sea en el futuro una fecha como cualquier otra en el calendario. Eso significará que todos los días son el día de la mujer y también el del hombre. Porque no hay un ser superior al otro. Porque la igualdad es el principio de un mundo más justo. Concienciémonos. Y hagamos volar el mensaje alzando esa bandera.

domingo, 27 de febrero de 2011

Pasen y vean...


"La capital de Alaska, Canadá". Sí, no se preocupen, es normal, yo también sentí vergüenza ajena al escuchar  semejante apunte digno de una magistral clase de geografía. Pero, ¿se imaginan quien es el/la artífice de tal fechoría? ¡Hagan sus apuestas! Es más sencillo de lo que parece, se lo aseguro. Unas cuantas pistas bastarán para cerrar el círculo de sus candidatos. Y no, no es un niño, aunque créanme que muchos mañacos tienen más cociente intelectual y saber estar que la emisora (les adelanto que se trata de una mujer) de esta sentencia. Y hasta puede que me hubiera causado gracia si la frase hubiera provenido de un pequeño inocente en cuya lección no se halla todavía la geografía mundial. Sin embargo, el asunto es mucho más grave.

Les daré algunas pistas, a ver si saben de quién hablo. Es muy fácil, ya verán. Atentos a la descripción: se trata de una conocidísima rubia; orgullosa madre coraje (la única en el mundo) que por su hija sería capaz de verse entre rejas; prestigiosa CO- PRE- SEN- TA- DO- RA de un circo diario vespertino que cuenta orgulloso con los mejores payasos de la televisión; ex – novia de un famoso torero pero fiel amante del mismo en sus sueños y pesadillas, en las que tiene que lidiar con una morena que toca las campanas del corazón del susodicho profesional taurino,  así como remodelada mujer que parece recién salida de la obra de nuestro más ilustre pintor malagueño “Las señoritas de Aviñón”, con perdón al maestro pictórico por semejante osadía. ¿Necesitan más pistas? Seguro que no. Lo que necesitamos, o por lo menos yo personalmente, es que ese personajillo mediático antes de hablar se tome unos segundos (o minutos, horas, días, incluso años, se lo permitimos) respire profundamente, reflexione (si es que conoce el significado de tan culta palabra) y en uno de sus abrir y cerrar de ojos sea consciente de una vez por todas de que ya ha llenado el cupo del ridículo y lo que viene después es la pena. Y a mí, personalmente, ya ni siquiera me provoca esa sensación. Me pregunto cuándo se cansará la audiencia de alimentar la incultura. 

Mientras tanto, me consuelo pensando que este tipo de personajillos vienen con una obsolescencia programada de fábrica, aunque la caducidad de esta mujer parece que está tardando demasiado en llegar. No se sorprendan si cualquier día se despiertan con la exclusiva de que esta señora se ha convertido en la princesa de un Canadá ubicado en Alaska.


viernes, 18 de febrero de 2011

Remodelando la caja de Pandora

Cuenta un conocido mito griego que una hermosa muchacha, Pandora (Πανδώρα) fue la primera mujer creada en el mundo; homóloga de Eva en la religión cristiana. La analogía entre ambos mitos sitúa a estas primogénitas como el desencadenante del mal en el mundo (pronto empezaron con la idea de la mujer como vehículo de la maldad). En el caso de Eva, es ella la que osa desafiar a Dios al hincar el diente en la apetecible manzana, fruto prohibido que encarna el primer pecado cometido por el ser humano. Por supuesto es ese primer hombre, bautizado con el nombre de Adán, el que se resiste a traicionar a Dios pero el que sufre el castigo por la traición de su compañera y ambos, y con ellos la descendiente humanidad, son condenados a una vida llena de contratiempos ajena al paraíso del Edén. En la mitología griega, la historia es diferente pero el final el mismo. Pandora es la primera mujer de carne y hueso creada por Zeus con el fin de vengarse de la humanidad porque el titán Prometeo ha osado burlar las órdenes de este dios de dioses al entregarle el fuego al hombre. Pero Pandora no llega sola al mundo humano; la acompaña una caja que Zeus le ha prohibido abrir. Como en la historia de Adán y Eva, es la mujer la que cae en el fatal error, pues la joven no se resiste a abrirla y de ella emergen todos los males de la humanidad, que inmediatamente se extienden por el mundo en el que han de habitar hombres y mujeres. Consciente de su error, Pandora cierra la caja logrando con ello  preservar lo único que quedaba en ella: la esperanza.

Esa misma esperanza que quedó resguardada en aquella caja es la que muchos hemos ido perdiendo con el paso de los tiempos y el acontecer de la vida. Y es que son demasiados los males que acechan hoy nuestra sociedad:enfermedades, corrupción, desengaños, desigualdades,  violencia, sexismo, paro…  Es por ello que resulta necesario que la bella Pandora abra de nuevo esa caja para albergar esa maldad que nos corrompe y, una vez recogidos uno a uno los males expandidos por el mundo, la caja sea de nuevo cerrada no sin antes dejar escapar esa esperanza en la que ya pocos creen.
Bienvenido.