lunes, 18 de abril de 2022

Regresar, siempre.

Vuelvo a escribir.

Y poco he cambiado.

Me sigo sintiendo como aquella Pandora que buscaba su caja persiguiendo la esperanza.

Aquí estoy, atravesando de nuevo mis propias paredes en un intento-quizá fracasado- de explorar lo que permanece aún aquí dentro y hoy no deja de retorcerse clamando salir- ¿por qué precisamente hoy?-.

Vuelvo a juntar mis letras en un feliz reencuentro conmigo misma.

Quizás, en una resurgida necesidad de ser a través de mis palabras.

Sin pretensiones.

Sin presiones.

Reinauguro mi habitación propia.

Y la comparto contigo.

Libero esa maraña de pensamientos que me revoloteaba mientras cumplía con mi #siemprepostergadacitaconlaplancha.

Regreso.

Como el almendro de mi balcón que acaba de alumbrar su primera flor.

A destiempo.

O en su tiempo.

Seguramente, efímera.