viernes, 18 de febrero de 2011

Remodelando la caja de Pandora

Cuenta un conocido mito griego que una hermosa muchacha, Pandora (Πανδώρα) fue la primera mujer creada en el mundo; homóloga de Eva en la religión cristiana. La analogía entre ambos mitos sitúa a estas primogénitas como el desencadenante del mal en el mundo (pronto empezaron con la idea de la mujer como vehículo de la maldad). En el caso de Eva, es ella la que osa desafiar a Dios al hincar el diente en la apetecible manzana, fruto prohibido que encarna el primer pecado cometido por el ser humano. Por supuesto es ese primer hombre, bautizado con el nombre de Adán, el que se resiste a traicionar a Dios pero el que sufre el castigo por la traición de su compañera y ambos, y con ellos la descendiente humanidad, son condenados a una vida llena de contratiempos ajena al paraíso del Edén. En la mitología griega, la historia es diferente pero el final el mismo. Pandora es la primera mujer de carne y hueso creada por Zeus con el fin de vengarse de la humanidad porque el titán Prometeo ha osado burlar las órdenes de este dios de dioses al entregarle el fuego al hombre. Pero Pandora no llega sola al mundo humano; la acompaña una caja que Zeus le ha prohibido abrir. Como en la historia de Adán y Eva, es la mujer la que cae en el fatal error, pues la joven no se resiste a abrirla y de ella emergen todos los males de la humanidad, que inmediatamente se extienden por el mundo en el que han de habitar hombres y mujeres. Consciente de su error, Pandora cierra la caja logrando con ello  preservar lo único que quedaba en ella: la esperanza.

Esa misma esperanza que quedó resguardada en aquella caja es la que muchos hemos ido perdiendo con el paso de los tiempos y el acontecer de la vida. Y es que son demasiados los males que acechan hoy nuestra sociedad:enfermedades, corrupción, desengaños, desigualdades,  violencia, sexismo, paro…  Es por ello que resulta necesario que la bella Pandora abra de nuevo esa caja para albergar esa maldad que nos corrompe y, una vez recogidos uno a uno los males expandidos por el mundo, la caja sea de nuevo cerrada no sin antes dejar escapar esa esperanza en la que ya pocos creen.
Bienvenido.

1 comentario:

  1. Pase lo que pase, siempre queda un pequeño anhelo de seguir. Eso es la esperanza.

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