miércoles, 19 de octubre de 2011

Sentimientos encontrados

En la vida, en demasiadas ocasiones, tendemos a centrar todo nuestro pensamiento en aspectos negativos. A concentrar todas nuestras fuerzas en resolver aquellos conflictos que muchas veces, más que solucionarlos, lo que hacemos es volver y volver a ellos en forma de espiral, sin posibilidad de salir de ellos y afrontarlos de frente y con firmeza.

En esta época de pesimismo, la tristeza y los pensamientos negativos parecen estar instalados en cada uno de los lugares que frecuentamos, parecen inundar el aura de aquellas personas con las que coincidimos…están presentes en nosotros mismos como una especie de piel de la que se hace complicado desprenderse sin sufrir heridas irreparables.

Esta noche, con la luna ya mirándonos desde su posición privilegiada en el universo,  he aprendido lo necesario que es quererse uno mismo. Esta noche, con el cielo todavía sin iluminar por estrellas impasibles a nuestros sentimientos, he sido consciente de lo esencial que resulta aceptarnos tal y cómo somos, con nuestros miedos, inseguridades, con esos vacíos que creemos imposibles de llenar, pero que, sin duda, en cualquier instante de nuestra vida, y con el acontecimiento más insignificante, pueden quedar cubiertos sin apenas ser conscientes de ello.

Vitalidad. Calma. Armonía entre mi cuerpo y mi mente. Estados que apenas conocía han fluido de mi ser, transportándome a una esfera en la que tan sólo existía yo misma. Recuerdos que creía olvidados me han hecho volver a sumergirme en épocas donde la felicidad consistía en simples sonrisas, juegos o cálidos y reconfortantes abrazos... 

El día termina para mí con tres regalos: una canción descubierta que me anima a hacer lo que quiero hacer esta vez, un aprendizaje vital que me lleva a apreciar a las personas en su plenitud, sin límites preimpuestos, y unos instantes en los que, simplemente con cerrar los ojos, he sido feliz.